jueves, 11 de noviembre de 2010

Estudiantes obsesivos.

En la última clase de psiquiatría de la Academia, durante el repaso de los rasgos característicos de cada trastorno de personalidad, como si de una caricatura superficial y veloz, pero tremendamente sintética y certera de la raza humana se tratara, se comentó un interesante apunte. La mayoría de los estudiantes de medicina tenemos rasgos de personalidad obsesiva. Y no tan sólo eso, sino que, habitualmente, el que no es obsesivo, añadió el profesor, no es un buen médico.


Para que no queden dudas, he aquí una explicación acerca de la personalidad obsesivo-compulsiva: “Las personas con personalidad obsesivo-compulsiva son formales, fiables, ordenadas y metódicas pero a menudo no pueden adaptarse a los cambios. Son cautos y analizan todos los aspectos de un problema, lo que dificulta la toma de decisiones. Aunque estos signos están en consonancia con los estándares culturales de occidente, los individuos con una personalidad obsesivo-compulsiva toman sus responsabilidades con tanta seriedad que no toleran los errores y prestan tanta atención a los detalles que no pueden llegar a completar sus tareas. Consecuentemente, estas personas pueden entretenerse en los medios para realizar una tarea y olvidar su objetivo. Sus responsabilidades les crean ansiedad y raramente encuentran satisfacción con sus logros.


Estas personas son frecuentemente grandes personalidades, en especial en las ciencias y otros campos intelectuales en donde el orden y la atención a los detalles son fundamentales. Sin embargo, pueden sentirse desligadas de sus sentimientos e incómodas con sus relaciones u otras situaciones que no controlan, con eventos impredecibles o cuando deben confiar en otros”.

Quién sabe, quizás, para llegar a ser unos buenos profesionales en el futuro, no deberíamos intentar curar nuestro perfeccionismo (que a estas alturas, se me antoja el eufemismo de obsesivo), sino al contrario, potenciarlo.

Y para quienes tengan dudas acerca de cómo lograrlo, la pequeña pantalla nos ofrece geniales ejemplos consumados en su máximo exponente: el trastorno obsesivo-compulsivo.

Cuidado con excederse.

2 comentarios:

  1. jaja curioso! Tendré que ir entrenándome! porque me temo que no soy lo suficientemente obsesiva...o sí? xD

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  2. Uy... Quizás aún te quede mucho camino para llegar a conocerte.

    ...

    Jajaja...

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